LA BELLEZA DEL DIA

Sergio Nogues

Cuatro personas hacen un acuerdo de describir como es la belleza del día a través de la ventana de su habitación. Desde la primera ventana se puede observar hacia el este, contemplando un amanecer muy hermoso con la salida del Sol y después no se ve nada especial.

Desde la segunda ventana se puede observar hacia el oeste y la persona dice que por la mañana no ve nada especial, pero en el atardecer, el paisaje es precioso con la puesta del Sol.

La persona que mira en dirección hacia el norte dice que no puede ver el Sol, pero a través de su ventana se pueden observar las sombras de los árboles en el suelo, que forman preciosas figuras al lado izquierdo de los árboles, las cuales parecen que se van moviendo y por la tarde esas figuras están a su derecha.

La otra persona que se encuentra mirando hacia el sur le sucede lo mismo, pero a la inversa, pues por la mañana se ven las figuras a la derecha del árbol y por la tarde a la izquierda.

Si analizamos el paisaje que está observando cada persona, podemos ver que cada una observa el día desde una posición diferente, pero en todas hay algo en común y es la belleza del día.

Cada persona observa un paisaje diferente, desde una posición diferente, pero hay un solo día. No existe un día diferente para cada persona. De igual forma ocurre al referirnos a Dios como nos dice la Biblia: “…Solo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él…” (1Corintios 8:6)

¿Por qué entonces no hacemos lo mismo al hablar sobre el tema “religión”?



¿Por qué pensar que la nuestra es la única correcta y las demás están equivocadas? En la Biblia podemos leer: “…Muéstrame tu fe sin tus obras, y yo te mostraré mi fe por mis obras.” (Santiago 2:18).

Lo más importante en toda religión es practicar lo que estamos predicando. Si obedecemos los dos mandamientos que nos dejó Jesús, de amar a Dios supremamente y amar a nuestro prójimo como a nosotros mismo, estamos poniendo en práctica los diez mandamientos otorgados por Dios a Moisés en dos tablas de piedra en el monte de Horeb.

Cada una de las cuatro personas, de que les hablé al principio, está mirando la belleza del día solo a través de la ventana, pero si cada una sale de su habitación y sube a la azotea, ¿Qué sucede? Que la belleza es infinita en todas direcciones, y eso es lo que tenemos que hacer, admirar la belleza de la creación de Dios, pero no limitarnos a hacerlo solamente a través de una ventana. Debemos de subir a la azotea, o sea, elevar nuestro pensamiento y liberarlo de los pensamientos de limitación que son como las paredes de la habitación, y de esta forma podemos contemplar la belleza infinita.

En la Biblia, en el primer capítulo del libro de Génesis podemos ver que según Dios va creando, todo es bueno y eso es exactamente lo que tenemos que hacer, enfocar nuestra visión hacia la creación de Dios, reconociendo la totalidad de Dios, el bien y elevar nuestro pensamiento por encima de las cosas negativas que afrontamos a diario.

Algo que es de gran importancia es la unidad de todas las religiones y eliminar todo aquello que nos pueda separar para poder obedecer este mandato bíblico que nos dice: “Os ruego, pues hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer.” (1Corintios 1:10).

Al eliminar todas las divisiones y estar perfectamente unidos, podemos disfrutar de la totalidad de la belleza de día.



Necesitas que alguien ore por ti?? Nosotros lo hacemos.. haz click aqui Cuentanos tu historia aqui.. Queremos saber de ti!

1 comentario:

  1. MUY bueno..Gracias a Dios cada vez mas de nosotros,sus hijos nos damos cuenta de esta verdad tan hermosa.Se viene una nueva generacion, y el pueblo de Cristo se estara uniendo mas y mas!

    ResponderEliminar

Hola! animate a dejar tu comentario. Bendiciones.
Toda opinion es respetada pero comentarios que difamen el nombre de Dios seran ELIMINADOS.